Hay casos en consulta en que podemos ver la “coincidencia” de varios temas afectando a una persona, como si su alma hubiera pedido hacer un intensivo de sanación en esta vida.
Es el caso de S, un chico de unos 20 años que viene a consulta con su madre. Su tema inicial es que está desmotivado tanto para estudiar como para trabajar y sus padres se están preocupando y quedando sin recursos.
En la 1ª visita me fijé en sus ojos. Era una percepción sutil de falta de brillo, de no mirar a los ojos, de no estar presente. Así que mi enfoque inicial fue empezar a averiguar y solucionar todo aquello que pudiera haber afectado haciéndole perder su energía y sus ganas de hacer cosas.
Y aquí relato el cúmulo de circunstancias que han ido apareciendo, y que seguro habrá más:
- Hemos pasado por trabajar su relación con su padre, con algunos hechos significativos a una muy temprana edad en qué una parte de él (a nivel inconsciente) decidió que de esa manera, no quería vivir.
- Los padres están separados, teniendo el padre un carácter más autoritario. En estos casos, cuando hay cierta violencia verbal y física, lo que sucede es que se van perdiendo fragmentos de alma por el camino.
- También había un mal encaje de su alma con su cuerpo físico.
- Fue engendrado al cabo de poco tiempo de un aborto previo de su madre. En estos casos hay en el útero la memoria reciente de esta pérdida, dándole al que sigue unas características emocionales como puede ser tristeza, culpa, desánimo. En su parto venía de nalgas.
- También han aparecido memorias de vidas pasadas. En su última vida mataron a su pareja por sorpresa en la calle delante de él (en relación a esta vida se acordó de un sueño recurrente que tenía de pequeño en que la similitud con lo acontecido era sorprendente).
- Ha aparecido otra vida en la que era esclavo. Le habían quitado todo, así que lo que volvía a verbalizar era el “No tengo ganas de vivir” (también con pérdida de fragmentos). Además, con esta vida pasada, lo que le pasa es que a la que siente que le obligan a hacer algo, justo hace lo contrario. Le aparece la rebeldía. Que por otra parte se puede entender si viene de una memoria de esclavitud.
- Para añadir más salsa al tema, aparece que es un gemelo solitario. Así que no es el 3r hijo, sino el 4º. Era gemelo de una niña que se perdió a las pocas semanas de gestación y que nadie supo de ella (¿os recuerda a la vida anterior en que pierde a la pareja? Vuelve con otra pérdida de alguien super cercano).
El saberlo da orden al número de hijo que es. S ya tiene su lugar (y ya no hace falta que ocupe el lugar de otra persona), y su hermana también puede empezar a tener su propio lugar dentro de la familia.
Muchas memorias de pérdidas emocionales. Decepciones, tristezas, culpas, injusticias, rabias, etc.
Su tema no es de vaguería (gandulería). Va mucho más allá de quien es el joven S. Tenemos que hacer un salto a ver su historia de alma, y entenderla para acompañarla.
Son procesos largos, lentos, en qué parecería que no hay cambios inmediatos. Pero ya no es sólo ayudarlo a recuperar sus ganas de estudiar o trabajar de este año, es más bien un proceso de sanación profunda para que pueda tener una vida más ligera, y si quiere, se pueda anclar a la VIDA en mayúsculas.